Córdoba del ayer
"CHANGO RODRÍGUEZ"
"La historia que nunca se contó"
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La Gringa y El Chango en Encausados.
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Por Fernando Sánchez.
"...La madrugada del 12 de diciembre de aquel año el Chango junto a su compañera “La Gringa” se presentaron en la comisaría a las 5 y 20hs.
Fue el mismo comisario Andrés Tassara, de la seccional 3° quien le tomó la declaración.
Con el correr de los días El Chango Rodríguez, fue trasladado a la
Penitenciaría de Encausados, cita en el Barrio Guemes de Córdoba, por un período de dos años hasta que se definiera su situación procesal.
Con 51 años, el autor de “Vidala de la Copla”, “De Simoca” y “Zamba de mi Madre”, entre otras, más allá del dolor, de vez en cuando, aún esbozaba una sonrisa. Alojado en una celda, desde entonces cuatro paredes lo separarían de la vida exterior en el pabellón número 11 de Encausados, esperando que se realice su juicio oral.
Pero
La Gringa, hija de piamonteses, gringos de campo, oriunda de Rafaela, Provincia de Santa Fe; había venido a vivir a Córdoba por la década de ‘40 junto con su madre y sus cinco hermanos. En
el año 1945 egreso del magisterio con el título de Maestra de Ciencias y Artes Domésticas,
que luego paso a llamarse Labores y Manualidades.
Enfermera de la Cruz Roja, su título le fue otorgada por el Ministerio de Defensa Nacional, en el año 1952. Ley 13.582; Integrante del coro Universitario, le designaron al cargo de Directora y Maestra de la escuela rural de Colonia Amelia en Córdoba pero con el correr de los años ejercerá la docencia en la Ciudad de Córdoba.
Sin embargo, durante el primer año en que el Chango esperaba por su condena en Encausado,
Lidia Bay, “La Gringa” estaba dictando clases en la escuela Mariano Moreno de esta cuidad. No obstante, a pesar de haber tomado una licencia bastante prolongada por esta situación que sin duda le tocaba muy de cerca. Ella había podido cumplir eficientemente con su tarea de docencia.
Así, como relataban los informes de aquel año. Muestra de ello es el recuerdo permanente que “El Negro” Alvarez- humorista cordobés- siempre tuvo de ella como su ¡Maestra!... En su paso por la escuela primaria.
Lidia Bay, le preparaba y llevaba la comida todos los días al Chango en su motoneta; partía de su casa de calle 27 de abril Nº 1162 con rumbo al pabellón once de la penitenciaria, pues, la comida que le daban en el penal lo habían enfermado del hígado, y en tono de broma solía decir Rodríguez:
¡Perro viejo no come huesos!..."